Descripción:
Las hormigas del género Solenopsis, son atacadas por un grupo de especies de parasitoides del género Pseudacteon (Díptera: Phoridae). Debido a que estas hormigas son importantes plagas en zonas donde fueron introducidas accidentalmente (La costa de California, el Centro-Sudeste de los Estados Unidos, el Caribe, y Australia), estos parasitoides han sido propuestos como agentes de control biológico de estas especies de hormigas. Con el objetivo de explorar la relación entre estos parasitoides y sus hospedadores, mediante un análisis de detalle creciente a través de varias escalas de estudios diferentes, biogeográfica, de paisaje, y microespacial, se hicieron los siguientes estudios: En la primer escala se estudiaron los principales patrones de distribución de los parasitoides en su área de distribución nativa (Argentina y Brasil). El estudio se realizó por medio de tres enfoques diferentes, de Biodiversidad, por medio del cual se analizó el nivel de conocimiento total de especies de la región, así como sus patrones de riqueza a través de las provincias fitogeográficas; Bioclimático, en el cual se analizaron las diferentes causas climatológicas y ambientales de su distribución, y Macroecológico, donde se pusieron a prueba reglas macroecológicas. En la segunda escala (de paisaje), se realizaron a su vez tres tipos de análisis: uno espacial de las poblaciones de Fóridos de la Reserva Ecológica Costanera Sur, relacionando los patrones de distribución de las especies de Fóridos con sus estrategias de búsqueda de presas; otro espacial de la comunidad de hormigas del lugar de estudio, donde se estudió la estructura de la comunidad, y el efecto de los parasitoides en su conformación, y en las relaciones de competencia entre las especies; finalmente se hizo un tercer análisis, en el cual, por medio de un modelado causal, se trató de establecer la importancia de cada uno de los factores bióticos y abióticos en la estructuración de las comunidades de hormigas y Fóridos. En la tercer escala finalmente se trató de establecer la relación entre los parasitoides y sus hospedadores a una escala más pequeña, analizando la distribución de los Fóridos en torno a los nidos de S. richteri, y de cuantificar su capacidad de dispersión. Los resultados mostraron que a una escala biogeográfica, el conocimiento de la diversidad de parasitoides es bastante completo a nivel general, pero fragmentario a nivel local. Los análisis bioclimáticos, a su vez , señalan que la distribución de las especies puede explicarse por medio de variables de clima. Finalmente se comprobó para este grupo de especies el cumplimiento de la regla de Rapoport en el sentido latitudinal, que probablemente se corresponda con gradientes de clima, especialmente con una estacionalidad térmica. A una escala de paisaje, en cambio no se encontraron evidencias para demostrar que la estrategia de búsqueda de presas puede determinar la estructura espacial de las poblaciones de Fóridos, en cambio, los resultados parecen señalar a este tipo de conducta como una forma de partición del nicho entre especies de un mismo gremio, a una escala espacial menor. Los Fóridos no parecen ser agentes organizadores de la comunidad de hormigas, y su efecto en la competencia varía mucho entre el tipo de parasitoide, y el tipo de hormiga que interactúen. Finalmente, el modelado causal mostró que las hormigas son afectadas por un numero mayor de factores que sus parasitoides, los cuales dependen fundamentalmente de la disponibilidad de presas, y de factores (como el clima), relacionados con su supervivencia como adultos. En la escala microespacial, todos los análisis sugieren una fuerte agregación de los Fóridos en el entorno de los nidos, y una escasa movilidad de los individuos de estas especies. En un nivel general, puede concluirse que en las escalas espaciales mayores (Biogeográfica, y de Paisaje), las comunidades de Fóridos parasitoides de Solenopsis, están organizadas por factores relacionados fundamentalmente con la disponibilidad de presas, y con factores determinantes de la supervivencia de los adultos, como el clima. Mientras tanto que en las escalas espaciales menores (Microespacial), las comunidades están estructuradas por competencia, y exhiben una partición del nicho, espacial (por distintas estrategias de búsqueda de presas), y temporal (distinta fenología). Asimismo, en el área de estudio, y a una escala de paisaje, los Fóridos, no son suficientes para controlar a sus hospedadores, ni tampoco estarían actuando como un agente organizador de la comunidad de hormigas.